El exgobernador republicano de Nuevo México, Gary Johnson, fue elegido ayer candidato presidencial del Partido Libertario, una formación que desea marcar la diferencia en los comicios estadounidenses del 8 de noviembre.
“Yo digo la verdad, no soy un mentiroso”, dijo el político luego de ser elegido en la convención de su partido en Orlando, Florida, e insistió en que su franqueza atraerá los votos de un electorado desencantado.
Johnson ya se había presentado bajo la misma bandera en 2012. En ese momento obtuvo el 1 por ciento de los votos. Sin embargo, este año el escenario es diferente: para superar su puntaje de hace 4 años, él tiene a favor el caos provocado por la victoria de Donald Trump en las primarias republicanas y los problemas de imagen de la demócrata Hillary Clinton.
“Soy el candidato todo en uno”, explicó el aspirante en Washington a principio de mes, y agregó: “Estoy a la izquierda de Hillary en cuestiones de sociedad y soy más conservador que Ted Cruz en cuestiones económicas. Represento lo mejor de los dos mundos”.
En Estados Unidos, la corriente libertaria (libertarian en inglés) es pequeña, pero persistente. Está a favor de la libertad individual y la reducción del rol del Estado federal en la economía. El exlegislador republicano, Ron Paul, fue una de sus figuras más conocidas.
Otros contendientes
En el bando republicano, Trump ya tiene 2 delegados por encima del mínimo necesario (mil 237) para obtener la nominación de esa agrupación. Del lado demócrata, a Clinton le faltan 73 representantes y a Bernie Sanders, 841. Todo parece indicar que la ex secretaria de Estado será la abanderada de la agrupación liberal.
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