Dirigentes y oenegés de todo el mundo discuten en Estambul, Turquía, bajo la égida de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cómo mejorar las respuestas a las crisis humanitarias ocasionadas por las guerras y el cambio climático.
Con 60 millones de desplazados en el planeta y 125 millones de personas que requieren ayuda, Estados y organizaciones no gubernamentales estiman que el sistema humanitario actual necesita un cambio profundo.
Comentario
“Nunca desde la Segunda Guerra Mundial tanta gente había sido forzada a abandonar sus hogares”, comentó Ban Ki-moon, secretario general del organismo mundial, y agregó: “Estamos aquí para forjar un futuro diferente. No es una tarea fácil, debido a que requiere de voluntad política de una magnitud que no hemos visto en los pasados años”.
La cumbre de dos días definirá acciones y compromisos concretos para ayudar a los países a enfrentar las crisis, prevenir conflictos, respetar el derecho internacional y garantizar la financiación de proyectos humanitarios.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anfitrión del cónclave, exhortó a la comunidad internacional a asumir sus responsabilidades y lamentó el reparto desigual de la ayuda.
“El sistema actual es insuficiente, el peso lo llevan únicamente algunos países, hoy todo el mundo debe asumir sus obligaciones”, dijo el mandatario asiático, cuyo país acoge a 3 millones de refugiados, entre ellos 2.7 millones de sirios.
La jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, instó a cumplir las promesas de donación y a que haya un sistema fiable de financiación de proyectos.
Particularidad
Los compromisos del encuentro no serán vinculantes. La oenegé Médicos Sin Fronteras (MSF) decidió no participar en la reunión, anticipando una declaración de buenas intenciones sin ningún progreso concreto. La cumbre acoge a 60 jefes de Estado y de Gobierno.
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