El Barcelona ganó ayer la Copa del Rey al vencer 2-0 en la prórroga de la final al Sevilla, en un sufrido partido en el Estadio Vicente Calderón de Madrid, una semana después de haberse proclamado campeón de la Liga española.
“Ha sido justo premio a un equipo que está hecho para atacar, pero que cuando ha tenido que defender ha sabido cerrar espacios y competir”, dijo el técnico del Barcelona, Luis Enrique, al finalizar el duelo.
Jordi Alba marcó el primer tanto azulgrana de tiro cruzado en el minuto 97, mientras que Neymar hizo el segundo en el 120+2, para permitir al Barsa conseguir su Copa 28 y firmar el doblete nacional Liga-Copa en este cierre del curso.
El uruguayo Luis Suárez tuvo que ser sustituido por lesión en el cuadro catalán casi al 60 de juego.
La expulsión del central argentino del Barcelona Javier Mascherano cerca del fin de la primera parte (35) permitió el dominio del Sevilla en la segunda mitad, pero la subsiguiente exclusión de su compatriota y jugador sevillano Éver Banega (90+2) equilibró las fuerzas en la prórroga.
A los pocos minutos de iniciarse la prolongación, Leo Messi dio un pase largo a Jordi Alba, quien se fue en carrera por la izquierda para soltar un tiro cruzado que se coló en el segundo palo de la portería defendida por Sergio Rico (97).
La frustración andaluza llevó a Carriço a hacer una falta sobre Messi, y luego protestar al árbitro, por lo que fue expulsado por doble amarilla (120+1), apenas un minuto antes de que Neymar remachara la victoria azulgrana.
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