Un total de 3 atentados mataron ayer a 48 personas y dejaron un centenar de heridos en Bagdad, que volvió a demostrar su vulnerabilidad por segunda vez, en menos de una semana.
No menos de 150 habitantes, la mayoría civiles, han muerto en la capital desde el pasado miércoles, en ataques indiscriminados en barrios de mayoría chiita, atribuidos al grupo yihadista sunita Estado Islámico (EI).
Reflejo
Los atentados demuestran el fracaso de las autoridades locales, las cuales no consiguen garantizar la seguridad en la vigilada ciudad asiática, a pesar de la ayuda de la coalición internacional liderada por Estados Unidos.
El ataque más sangriento de la jornada fue cometido por un kamikaze con un carro bomba en el barrio de Ciudad Sader, en el norte de Bagdad, que mató a 24 transeúntes, según fuentes médicas y responsables de seguridad. Otro atentado mató al menos a 21 en el barrio Shaab, también en el norte de Bagdad.
Versión
El movimiento radical, al reivindicar el ataque, aseguró que la acción fue llevada a cabo por un hombre, identificado como Abu Jatab al Iraqi, quien lanzó granadas antes de hacer estallar su cinturón explosivo.
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