Sevilla y Liverpool se juegan hoy, con su final de Basilea, no solo el título de la Europa League sino un billete para la próxima Liga de Campeones, una competición clave futbolística y económicamente para ambos.
Con el octavo lugar conseguido finalmente en la Premier League inglesa recién terminada, el Liverpool está ante un todo o nada: si gana la Europa League irá a la Liga de Campeones 2016-2017, si pierde la final se quedará sin competiciones europeas el próximo curso.
Para el Sevilla, que acabó séptimo en la Liga española y que el domingo juega la final de la Copa del Rey ante el Barcelona, el peligro es algo menor, ya que está clasificado para la próxima Europa League, aunque volver a jugar la Champions es el gran reto.
Estatus
El equipo andaluz, en calidad de campeón de la pasada Europa League, empezó este año en la fase de grupos de la Liga de Campeones, donde se vio superado en su complicada llave por Manchester City y Juventus.
Finalizó tercero, por delante del Borussia Mönchengladbach, y pudo ser repescado en los dieciseisavos de final de la Europa League.
Conquistar la Europa League tiene además otro privilegio, el de disputar la Supercopa de Europa, que se jugará el 9 de agosto en Trondheim, Noruega. El otro contendiente será el ganador de la final de la Liga de Campeones, que disputan el 28 de este mes 2 españoles, Real Madrid y Atlético de Madrid, en Milán.
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