De viernes a domingo, el Giro de Italia arrancó en tierras holandesas, con un gran éxito de público, en un país apasionado por el ciclismo, pero con tres etapas de interés deportivo limitado y que no permitieron extraer mayores conclusiones.
Según la policía, casi 80 mil espectadores estuvieron presentes el viernes repartidos durante el recorrido de los 10 kilómetros de la contrarreloj de apertura en Apeldoorn. En las llegadas a Nimega y Arnhem, los aficionados también acudieron en gran número, confirmando lo popular que es el ciclismo en Holanda.
Entre los favoritos, Holanda no descartó a ninguno y permitió a los grandes aspirantes a ganar la general, llegar con sus opciones prácticamente intactas a Italia.
“Las etapas en Holanda van a ser muy peligrosas. Podrían ser fatales para algunos escaladores”, había informado el italiano Vincenzo Nibali, señalado por muchos, como el gran favorito de esta edición.
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