Un enorme incendio avanza hacia el sur de Canadá y obligó a que se decretara el desalojo de 3 comunidades en la región de Alberta.
Funcionarios de la municipalidad rural de Wood Buffalo fueron notificados de un cambio en los patrones climáticos y no se quisieron arriesgar, por lo que ordenaron el desalojo de Anzac, Gregoir Lake Estates y Fort McMurray First Nation.
El siniestro ya había forzado el desalojo de 80 mil personas e incendiado 1 mil 600 hogares y otros edificios en Fort McMurray. La provincia de Alberta declaró estado de emergencia.
A primeras horas del jueves, residentes agotados que había dejado Fort McMurray estaban en autobuses que se dirigían a Edmonton después de ser obligados a dejar su albergue temporal en Anzac.
Lo positivo
Entre las noticias buenas están: que la planta de tratamiento de agua se salvó y Scott Long, de la Agencia de Atención de Emergencias de Alberta, indicó que el centro de la ciudad se rescató gracias a esfuerzos sobrehumanos de los bomberos. Hasta el momento, las autoridades no han reportado muertos ni heridos.
Las imágenes eran devastadoras: camiones calcinados, casas carbonizadas y postes de teléfono quemados por completo, con cables colgando como pequeñas cruces de madera.
Monitoreo
La primera ministra de Alberta, Rachel Notley, viajó a la zona para efectuar una revisión in situ y tuiteó fotos aéreas, y comentó: “Los habitantes han hecho lo que se les ha pedido. Se enfocan en cuidarse unos a otros, sus familias, sus vecinos”.
Temperaturas más altas de lo habitual para la temporada, combinadas con condiciones secas, han transformado el bosque boreal en gran parte de Alberta, en un barril de pólvora.
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