El Atlético de Madrid parte como favorito en el partido de vuelta de semifinales de la Liga de Campeones, a disputarse hoy en Múnich contra el Bayern, después de que el equipo de Diego Simeone venciera al de Pep Guardiola por 1-0 en la ida.
De los 4 semifinalistas, el Atlético es el que tiene el presupuesto más bajo. Pero paradójicamente es también el que parece estar más cerca de la final de Milán del 28 de mayo, que sería la tercera de su historia y la segunda en 3 ediciones. En 2014 cayó frente al Real Madrid (4-1 en tiempo extra).
No es revancha
Incluso si rechazan la palabra revancha, los hombres de Diego Simeone estarían felices de eliminar a los muniqueses, verdugos del Atlético en su primera final, en 1974 (1-1 en la prórroga, 4-0 en la repetición del partido).
En esa época, el Atletico arrastraba una reputación crónica de perseguido por la mala suerte.
Ya no es el caso, toda Europa teme a estos colchoneros, que derrotaron la presente temporada al Real Madrid (1-0) en la Liga española, al Barsa en cuartos de final de Liga de Campeones (1-2, 2-0) y al Bayern la semana pasada.
La vuelta se anuncia dura para el Bayern: en el Allianz Arena, se trata de marcar al menos un gol a la mejor defensa de la liga española (16 goles encajados en 36 jornadas) para buscar la prolongación, o bien ganar por 2 goles de diferencia.
Los guerreros de Simeone llevan 6 partidos consecutivos sin conceder un gol, gracias a una disciplina y una solidaridad impresionante.
Hoy, el Bayern se verá confrontado a un doble problema: forzar la fortaleza sin exponerse demasiado a los contragolpes del rival.
Para Guardiola, es la última oportunidad de llegar a una final con el Bayern, después de dos reveses sucesivos en semifinales, antes de dejar el club alemán para irse al Mánchester City.
El potencial ofensivo muniqués parece suficiente para soñar con una final. El Bayern, que perdía 2-0 en el partido de vuelta de octavos contra la Juventus de Turín, acabó venciendo en la prolongación (4-2).
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