La Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGASS 2016, por sus siglas en inglés) sobre el problema mundial de las drogas abrió la sesión con la aprobación de un documento que busca establecer un nuevo enfoque sanitario compartido por países de Latinoamérica, tras 40 años de una guerra contra las drogas sin resultados.
Pese a los avances, Estados miembros, como Brasil y Costa Rica, manifestaron su decepción por la ausencia de una moratoria a la pena de muerte, y otros como Jamaica y Uruguay criticaron que no se haya incluido algún tipo de mención para la despenalización de la tenencia de ciertas sustancias.
La actividad, que se realiza en Nueva York, se extenderá hasta el jueves con la realización de diversas actividades. América Latina es uno de los impulsores de un enfoque multidisciplinario centrado en la salud pública, tras constatar que la denominada guerra contra las drogas, lanzada 40 años atrás por Estados Unidos, el mayor consumidor mundial de cocaína, no ha dado los resultados deseados.
En la apertura de los debates, el plenario aprobó con aclamación el documento Nuestro compromiso conjunto de abordar y contrarrestar eficazmente el problema mundial de las drogas, que incluye recomendaciones fruto de dos años de negociaciones entre los Estados miembros.
“El problema mundial de las drogas sigue siendo una responsabilidad común y compartida que ha de afrontarse en un entorno multilateral mediante una cooperación internacional más intensa y efectiva y que exige un enfoque integrado, multidisciplinario, equilibrado, amplio y basado en datos científicos”, admiten los mandatarios en ese texto.
Las recomendaciones hacen referencia a la prevención, pero también al tratamiento, rehabilitación, recuperación y reinserción social, así como la disponibilidad de sustancias sometidas a fiscalización y el acceso a ellas con fines exclusivamente médicos y científicos.
En el marco operativo, se impulsa una aplicación eficaz de la ley y respuestas a la delincuencia relacionada con las drogas, con especial hincapié en la lucha contra el blanqueo de dinero.
Los países de América Latina han lanzado programas innovadores, entre los que resalta el de Uruguay, que aprobó en 2013 una ley que autoriza y regula la producción del cannabis, y habilita al Estado a otorgar licencias de producción de marihuana, ya sea para uso medicinal como recreativo. Margaret Chan, titular de la Organización Mundial de la Salud (OMS), resaltó las consecuencias del consumo de los estupefacientes.
El colombiano Juan Manuel Santos habló sobre un nuevo modelo más efectivo, duradero y humano para enfrentar el problema.
“No estoy proponiendo la legalización. Estoy proponiendo que cambiemos de enfoque, de prioridades”, afirmó el mandatario sudamericano en su alocución.
En la agenda
La Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGASS 2016) discutirá, hoy y mañana, los siguientes temas: la respuesta a los crímenes vinculados con las drogas y el lavado de dinero, la promoción de cooperación judicial, la cooperación regional y cuestiones socioeconómicas.
“Hay que terminar con la explotación cínica y con fines de lucro de los más vulnerables”, dijo el vicesecretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Jan Eliasson, quien indicó que llegó el momento de pasar a la ejecución del nuevo enfoque multidisciplinario.
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