Los integrantes de la Cámara de Diputados decidirán el viernes si procede darle continuidad al proceso de impeachment (juicio político) contra la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, acusada por la oposición de maquillar las cuentas públicas.
Los partidarios de su destitución deben conseguir los votos de 2 tercios de los diputados (342 de 513) para que el caso sea enviado al Senado, de lo contrario la causa será enterrada de manera definitiva.
Si se supera la barrera establecida, y la cámara alta ratifica después la decisión, la gobernante sería apartada de su cargo por un plazo máximo de 180 días, a la espera de que el Senado emita su veredicto definitivo.
El jefe del Gabinete, Jaques Wagner, explicó: “Obtuvimos el 41.5 por ciento contra el impeachment, lo que proyectado a la escala de la cámara, debería garantizarnos 213 votos”. Suficiente para desactivar la destitución.
Los ciudadanos se dividen en 2 bandos cada vez más hostiles. De un lado, la marea verde y amarilla contra la jefa de Estado y, del otro, una multitud roja que dice ser del bando antigolpe.
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