La desaceleración de la economía de China afectará el crecimiento de los países en desarrollo de la región Asia-Pacífico hasta 2018, anticipó ayer el Banco Mundial.
El crecimiento en esta zona se frenará, pasando de 6.5 por ciento en 2015 a 6.3 en 2016, y 6.2 en 2017 y 2018, según las previsiones.
Sin embargo, las economías del sudeste asiático, encabezadas por Vietnam y Filipinas, no se verán afectadas y mantendrán su tasa de crecimiento.
La economía china está en pleno proceso de transición hacia un modelo más duradero. Tras crecer en torno al 10 por ciento a principios de este siglo, la segunda economía mundial tendrá un alza del 6.7 en 2016, y de 6.5 en 2017 y 2018. En el año 2015, el Producto Interno Bruto chino aumentó 6.9, la menor expansión en 25 años.
Peso económico
Victoria Kwaka, próxima vicepresidenta del BM encargada de Asia del Este y del Pacífico, destaca que los países en desarrollo de la región representaron en 2015 cerca de los dos quintos del crecimiento mundial.
Para el ente crediticio, las regiones de Asia del Este y del Pacífico incluyen China, Indonesia, Malasia, Filipinas, Tailandia, Vietnam, Camboya y Laos.
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