La presidenta Dilma Rousseff afirmó que Brasil necesita un gran pacto que respete el voto popular que la llevó al poder para superar la crisis, en momentos en que encara un juicio de destitución en el Congreso.
“Ningún entendimiento prosperará si no tiene como premisa el respeto a la legalidad y a la democracia. Y la primera premisa debe ser la defensa de la voluntad popular manifestada por el voto”, dijo la mandataria.
La mayor potencia latinoamericana está en la antesala de un proceso que puede terminar en un impeachment (juicio político) contra la presidenta, cuando aún le faltan 2 años y 8 meses de su segundo periodo.
Contexto
La jefa de Estado recibió el miércoles el primer voto formal en favor de su destitución, de parte del diputado responsable de elaborar el informe inicial de una comisión que analiza una acusación contra la presidenta por supuesta manipulación de las finanzas públicas.
Esa comisión de 65 miembros decidirá el 11 de abril si hay argumentos para aprobar el pedido de juicio y luego someterlo a la consideración del plenario de 513 diputados. Para que el proceso avance hacia el Senado deberá tener el visto bueno de dos tercios de la cámara (342 diputados).
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