“Una final”, dijo el técnico del Bayern Múnich, Pep Guardiola, cuando le preguntaron por el partido frente a la Juventus, pactado para hoy en el Allianz Arena, en la vuelta de octavos de la Champions.
El Bayern, y especialmente su entrenador, no tienen margen de error. Con el Wolfsburgo ya en cuartos, la prensa alemana no perdonaría a Guardiola su anuncio de que dejará el club al final de la temporada para hacerse cargo del Manchester City el próximo curso.
Eliminado en semifinales los dos últimos años, primero por el Real Madrid y después por el Barcelona, el vencedor en 2013 de la competición no conoce una salida en octavos de final desde que cayera en la temporada 2010-2011 frente al Inter de Milán.
Su goleada del sábado al Werder Bremen (5-0) le permitió conservar los 5 puntos de ventaja sobre el Borussia, en el campeonato y dio tranquilidad a un grupo que había perdido en casa contra el Maguncia (2-1) y luego empató con el propio Dortmund (0-0).
El goleador de la Manschaft, Thomas Müller, forma junto al polaco Robert Lewandowski, una eficaz pareja atacante, pero las dudas surgen en la defensa, en la que Guardiola ha sufrido una plaga de lesiones.
Deja un comentario