El presidente Juan Manuel Santos rechazó ayer firmar la paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el 23 de marzo, fecha fijada por ambas partes, si lo negociado hasta ese momento es un mal acuerdo.
“Si se llegara a dar el caso, yo le digo a la contraparte pongamos otra fecha”, afirmó el mandatario durante un acto en la ciudad de Pereira, al clausurar la 63 edición de la Asamblea Anual de la Confederación Evangélica.
El Ejecutivo y los rebeldes, que se levantaron en armas contra el Estado desde 1964, intentan sellar la reconciliación mediante conversaciones que vienen efectuando desde noviembre de 2012 en Cuba.
“Después de tanto esfuerzo y tiempo solo firmaré con la dirigencias de las FARC un acuerdo (de reconciliación) que para los colombianos sea bueno”, afirmó el gobernante sudamericano.
“En lo que tiene que ver con el cese al fuego tenemos diferencias mínimas en aspectos procedimentales, pero estamos a días de cerrar ese acuerdo”, dijo Carlos Antonio Lozada, cuyo nombre real es Luis Antonio Losada, delegado de la guerrilla, en una entrevista con el Semanario Voz.
Posición
“Lo que deseamos es llegar al final del acuerdo seguros de los compromisos que se han adquirido y que sea una paz duradera y estable para el país”, añadió la canciller Ángela Holguín.
Las partes, que ya lograron consensos parciales en reforma agraria, lucha contra el narcotráfico, participación política de los guerrilleros, justicia y víctimas, debaten actualmente los complejos aspectos del fin del conflicto, que incluyen el cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo y la dejación de armas.
La conflagración interna en Colombia, que en 50 años ha involucrado a guerrillas, paramilitares y fuerzas militares, deja ya oficialmente 7.5 millones de víctimas, entre ellas 260 mil muertos, 45 mil desparecidos y 6.6 millones de desplazados.
Iván Márquez, jefe negociador de las FARC, afirmó: “Nos asiste la certeza de que al final (…) de este 2016, los colombianos podremos contar con un protocolo de paz que nos permita propalar a los cuatro vientos: terminó la guerra”.
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