Con artistas de la talla del estadounidense Lionel Richie y el español Alejandro Sanz, el Festival de Viña del Mar inicia una nueva versión con la que apuesta a mantenerse como el festival musical más relevante de Latinoamérica.
Con miles de turistas colmando las playas de Viña del Mar, el principal balneario del litoral central chileno, este reconocido festival se torna en la principal atracción para el cierre del verano austral, ofreciendo seis noches de música y humor.
“Viña no es una Arena más, no es un estadio más, es un escenario relevante, importante y diferente para el que los artistas se preparan de manera distinta”, afirma el conductor del festival, el chileno Rafael Araneda, quien anima por sexta vez el certamen. Lo acompaña la presentadora y modelo local Carolina de Moras.
Para esta 57 edición, el plato principal será Lionel Richie, quien viene de recibir un homenaje en el Grammy y realiza una gira con sus grandes éxitos como Say You, Say me, Hello o Easy, que desplegará en el escenario de la Quinta Vergara, emplazado en un parque de Viña del Mar.
Para todos los gustos
Alejandro Sanz, quien presentará su último disco Sirope, es la figura de habla hispana, pero también estará acompañado de otros nombres consagrados como su compatriota Ana Torroja, la inconfundible voz del grupo Mecano, el italiano Eros Ramazzotti que se presenta hoy y el puertorriqueño Don Omar.
La cuota de humor la pondrán artistas chilenos quienes normalmente son víctimas del llamado “monstruo de la Quinta Vergara”, conformado por no menos de 15 mil espectadores. La inauguración fue ayer y estuvo a cargo del mexicano Marco Antonio Solís, una institución de la música popular de su país, mientras que el venezolano Ricardo Montaner cerró la cita con su romanticismo. En el cierre también participó el humorista chileno Edo Caroe.
Reinventarse
El festival ha catapultado las carreras del mexicano Luis Miguel, el español Miguel Bosé y el venezolano José Luis Rodríguez, pero en los últimos años ha sido criticado por la prensa de espectáculos por traer artistas poco atractivos o con carreras apoyadas en éxitos del pasado. “Nosotros hemos escuchado la crítica de la prensa y de la gente y hemos tomado medidas”, se defiende Alex Hernández, director del festival.
“La puesta en escena estará en permanente movimiento y va a propiciar que realmente sea un espectáculo de clase mundial”, asegura, por su parte, Araneda. El festival concluye el sábado con las actuaciones de Don Omar y la chilena Javiera Mena.
Deja un comentario