Llegó disfrazado de inofensivo, hermano menor del dengue. Pero el zika, transmitido por el mosquito Aedes aegypti, tenía un as bajo la manga. Los bebés comenzaron a nacer con microcefalia (cuando la circunferencia del cráneo es igual o inferior a 33 centímetros y acarrea dificultades en el desarrollo intelectual), y la posibilidad de epidemia siembra temor en Latinoamérica.
Hace tres meses, mientras las primeras noticias sobre el efecto de la enfermedad comenzó a ganar espacio en los medios brasileños, Jacinta Silva Goes supo que su tercer hijo venía en camino y comentó: “Estoy con mucho miedo”, porque carece de información sobre cómo protegerse.
“Por ahora no estoy usando repelentes porque el médico no me dijo nada. Hasta que él no me diga lo que tengo hacer, no puedo tomar medidas por mi cuenta porque puede ser peligroso”, dijo la mujer de 39 años. Esta inquietud ha causado fenómenos curiosos, como una inusitada alza de precios de los repelentes en Brasil y la fumigación masiva del mayor cementerio de Lima.
Declaración
Después de aterrizar en el continente, el año pasado, el zika se ha propagado a una velocidad relámpago que se explica por la ubicuidad del mosquito transmisor, dijo Sylvain Aldighieri, jefe del departamento de Enfermedades Transmisibles de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Científicos brasileños confirmaron que el zika se contagia de madre a hijo, a través de la placenta. Pero aún no han podido comprobar que esta enfermedad produzca microcefalia en el feto, aunque es la principal sospechosa.
La OPS recomendó que las embarazadas se cubran todo el cuerpo, usando pantalón y ropa de manga larga para evitar las picaduras del mosquito. Y Estados Unidos les recomendó que eviten viajar a 22 países de Latinoamérica y el Caribe.
El Gobierno de Colombia, a principios de enero, pidió a las parejas evitar una fecundación en los próximos seis meses.
La recomendación generó reacciones en los medios de comunicación y redes sociales, como la de un locutor de radio que tranquilizó a la población diciendo: “No hay que evitar el gustico, sino el embarazo”.
Al mismo tiempo, el viceministro de Salud de Colombia, Fernando Ruiz, buscó aliviar temores: “La relación de la microcefalia y (el síndrome de) Guillain-Barré con el zika debe considerarse como una relación sospechosa, no como una certeza, hasta que no existan estudios a profundidad”.
En el Istmo
“Sugerimos a todas las mujeres en edad fértil que tomen la precaución de planificar y los eviten este año y el próximo”, declaró el viceministro salvadoreño de Salud, Eduardo Espinoza, ante la posibilidad de que el zika cause microcefalia en los recién nacidos.
El llamamiento lo hizo desde una colonia de la periférica ciudad de Soyapango al inaugurar junto al director de Protección Civil, Jorge Meléndez, una campaña nacional para eliminar los criaderos del mosquito Aedes Aegypti e insistió en que la planificación familiar es necesaria para evitar los embarazos, porque la enfermedad seguirá con una tendencia similar al alza que tuvo la chikunguña.
Principales síntomas del virus
La infección del zika ocasiona fiebre, dolor de articulaciones y erupciones en la piel (ronchitas blancas o rojas); se trata de la misma forma que el dengue y la chikunguña: paracetamol, reposo y abundante líquido. No existe un tratamiento específico, informó la Organización Panamericana de la Salud.
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