El presidente haitiano Michel Martelly confirmó ayer la realización de la elección presidencial del domingo, pese a la multiplicación de manifestaciones violentas y la negativa de la oposición a participar en ellas.
“Estamos finalmente listos para las votaciones. De parte del Estado, tenemos la responsabilidad de organizarlas, expuso el mandatario. Desde hace dos meses, la oposición denuncia un golpe de Estado electoral, fomentado por el gobernante, quien no puede aspirar a un segundo período consecutivo, según la Constitución.
En la primera vuelta, que se realizó el 25 de octubre, el candidato oficialista Jovenel Moise obtuvo 32.76 por ciento de los votos, contra 25.29 de Jude Celestin, quien no ha hecho campaña y se niega a participar en el balotaje.
Descontento
Habitantes se manifestaron el martes y miércoles en Puerto Príncipe, una protesta que terminó bloqueando las calles del centro con barricadas en llamas. Treinta años después del final de la dictadura de los Duvalier, Haití sigue luchando para celebrar elecciones que no sean cuestionadas y que despierten el entusiasmo de la ciudadanía.
En la primera vuelta de las elecciones presidenciales, acudió a las urnas el 26 por ciento de los votantes, una clara señal de la brecha entre la clase política y la población, sumida en la extrema pobreza.
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