Los organizadores de los Juegos Olímpicos de Río 2016 anunciaron ayer nuevos ajustes a su presupuesto en pleno declive económico en Brasil: desistir de la tribuna flotante para la competencia de remo, recortar 20 mil voluntarios y también mil autos.
“Cortamos algunos servicios e hicimos ajustes importantes en el presupuesto del Comité. En el futuro, muchos Juegos seguirán esta línea para hacer un certamen económicamente sostenible, sin elefantes blancos”, dijo Mario Andrada, director de Comunicación del Comité Río 2016, en Sao Paulo.
A casi 6 meses de las justas (5-21 de agosto), la organización desistió de la construcción de la grada que estaba proyectada sobre el agua en la laguna Rodrigo de Freitas, donde se llevarán a cabo las competencias de remo.
“Quitando lo de Lagoa, no hay ninguna instalación que no vaya a ser construida, aunque todas fueron revisadas, y algunas podrían sufrir algún cambio”, precisó
Andrada.
Entre esas modificaciones, el responsable destacó la simplificación de los bastidores de los centros de competencia.
En el nuevo plan de ahorro también se recortó el número de voluntarios, que pasarán de los 70 mil previstos inicialmente, a 50 mil.
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