Habitantes de la tierra de los zares se bañaron ayer en aguas gélidas de ríos y lagos, de todo el país, para celebrar la Epifanía ortodoxa, un ritual religioso de purificación que se repite cada año.
“Creemos que este líquido es realmente sagrado”, explicó Andréi, un hombre de negocios de 48 años mientras se secaba la espalda tras haber cumplido el ritual, en su caso bañándose en un agujero cavado en el hielo de un estanque de Moscú, la capital de Rusia, donde prevalecía una temperatura de 8 grados bajo cero.
Testimonio
“Bastan unas gotas para limpiarnos y alejar los malos pensamientos”, aseguró el empresario. Según la tradición, hay que sumergirse tres veces en el agua, en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, para recordar el bautismo de Jesucristo.
Hombres, mujeres y menores participan en esta tradición que se realiza en la noche del 18 al 19 de enero.
Según cifras del ministerio de Situaciones de Urgencia, no menos de 90 mil personas, moscovitas o turistas, se bañaron en las aguas de Moscú en la madrugada de lunes al martes.
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