Contra todo pronóstico, ayer se formó Alex, el primer huracán del año en el Atlántico, un fenómeno calificado de inusual porque la temporada de ciclones es de junio a noviembre.
Ese tipo de formación, en enero, no ocurría desde 1938. El archipiélago portugués de Azores emitió un alerta por el sistema que pasó a 790 kilómetros al sur de la isla Faial de las Azores, hacia donde se dirigía con vientos sostenidos de 140 kilómetros por hora, según el boletín del Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés).
Las islas centrales del Atlántico oriental comenzaron a recibir los fuertes vientos desde anoche, informaron las autoridades de ese país, las cuales prevén que puedan darse inundaciones costeras.
La tormenta podría lanzar copiosas precipitaciones, entre 75 y 125 milímetros sobre la mencionada zona, además, se prevé que puedan ocurridos deslizamientos de tierra debido a las lluvias, comentaron voceros de la Coordinadora de Prevención de Desastres.
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En el transcurso de las próximas 24 horas, se prevé que Alex se debilite cuando se fusione con otro fenómeno de baja presión a gran altitud, detalló NHC, con sede en Miami, Florida.
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