Ayer comenzó el envío de ayuda humanitaria a los habitantes de las ciudades sirias asediadas de Madaya, Fua y Kafraya, donde las personas están al borde de la hambruna, anunció el portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Un convoy, integrado por 44 camiones, abandonó Damasco rumbo a la ciudad rebelde de Madaya, situada a 40 kilómetros al oeste, donde 42 mil personas viven bajo el asedio de las fuerzas del régimen desde hace 6 meses.
Momentos antes, 21 automotores, con asistencia, partieron de la capital para prestar ayuda a los 20 mil habitantes de las localidades chiitas de Fua y Kafraya, sitiadas por los rebeldes en la provincia de Idleb.
De acuerdo con la organización Médicos Sin Fronteras, 28 personas murieron de hambre desde el 1 de diciembre en Madaya, donde los habitantes describieron escenas de desesperación, con gente obligada a comer hierba o a pagar precios exorbitantes por la escasa comida que entra en la ciudad.
Como resultado del conflicto armado que se vive en esa parte del mundo, los pobladores se ven tentados a buscar mejores condiciones de vida en otros países, por lo que algunos se arriesgan con sus familias al cruzar las aguas del mar Mediterráneo.
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