Zidane es sinónimo de ilusión; deprimidos por un 2015 calamitoso, los aficionados del Real Madrid reencontraron ayer la sonrisa en el primer entrenamiento de Zinedine Zidane como técnico, ovacionado por el público en un ambiente festivo.
En la víspera del Día de Reyes, celebrado en España con cabalgatas y regalos para los niños, un escenario familiar se apoderó del campo de entrenamiento Alfredo di Stéfano, en Valdebebas, en las afueras de la capital española.Bebés en carritos, niños, adolescentes, jóvenes, y algunos no tanto… Todos llegaron ilusionados a este entrenamiento, excepcionalmente abierto al público, para ver al nuevo conductor de su Madrid, a ese Zidane que tanto admiraron cuando dirigía el centro del campo merengue entre 2001 y 2006.
Casi 10 años después, su promoción, el lunes, del banquillo del filial al primer equipo regresó el optimismo al madridismo, que empieza a soñar con un futuro tan brillante como el sol hibernal que calienta el césped del campo en pleno enero.
“Zidane es sinónimo de ilusión”, aseguró Pablo Alonso, un funcionario de 37 años que acompañaba a su hijo, del mismo nombre, a ver a sus ídolos. “El futbol es ilusión, es magia; los jugadores la tienen y Zidane también”.
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