La oposición venezolana asumió ayer el control del Parlamento con la mayoría de 109 diputados sobre 167, en una Venezuela con severa crisis económica y convulsión política, lo que abre una etapa de choque de poderes que complica la gobernabilidad.
La ceremonia comenzó al mediodía para juramentar a la Asamblea Nacional electa por 5 años en los comicios del 6 de diciembre, cuando la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) logró un aplastante mayoría de 112 diputados contra 55 oficialistas.
La gran expectativa en la instalación del Parlamento estuvo centrada en si podían juramentarse los 167 diputados. La comisión que hizo la instalación rechazó las credenciales y la juramentación de 4 representantes del estado Amazonas, 3 de ellos opositores y de 1 oficialista, luego de la decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), considerado un aliado del oficialismo, de suspenderlas.
La oposición anunció a la prensa que dará amnistía a 75 personas consideradas como presos políticos, pero Maduro anunció que vetaría esa decisión si llegara a consumarse.
Otro punto
En las afueras del Legislativo hubo tensión. Un fuerte cordón de seguridad rodeó el Congreso. A unas calles de distancia, seguidores de uno y otro bando se manifestaron de manera pacífica, aunque era notoria la presencia de encapuchados en motocicleta.
Abierta la sesión, en un hemiciclo abarrotado de líderes del Ejecutivo, diplomáticos y periodistas, se declaró un receso para revisar las credenciales de los nuevos legisladores.
Luego, se juramentó la nueva junta directiva del Parlamento, que es presidida por el veterano diputado y acérrimo opositor, Henry Ramos Allup.
Comentarios
“Se va a poner bueno esto porque vamos a hacer lo que sabemos hacer”, advirtió al llegar el jefe parlamentario saliente y número dos del chavismo, Diosdado Cabello, mientras opositores abuchearon y gritaron: “Sí se pudo, sí se pudo”, “¡supérenlo!”.
“De cómo maneje el chavismo su derrota y de la forma en que la oposición conduzca su mayoría legislativa y supere sus divisiones internas, dependerá la gobernabilidad y tranquilidad del país”, expresó el economista Luis Vicente León.
Para la oposición, ayer comenzó el proceso de cambio del país sudamericano.
Sin embargo, para el jefe de Estado, se inició la lucha de dos modelos: el del “pueblo que quiere preservar los logros sociales de la revolución” y “el neoliberal de la burguesía que quiere privatizarlo todo”.
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