En pleno desierto de Atacama, el más árido del mundo, se planea construir una central hidroeléctrica alimentada de agua de mar y energía solar, en un innovador proyecto que pretende revolucionar el mercado eléctrico chileno.
Aprovechando la mejor radiación solar del planeta y la particular geografía que se da en el norte del país sudamericano, donde la cordillera pisa el océano Pacífico, la empresa Valhalla pretende construir una central de bombeo para generar 300 megavatios (MW), capaces de alimentar a tres regiones.
“Este es el único lugar en el mundo donde se puede desarrollar un proyecto de esta naturaleza”, dijo Francisco Torrealba, cofundador y gerente de estrategia de Valhalla, en una presentación ante medios extranjeros. El proyecto, llamado Espejo de Tarapacá, está emplazado a 100 kilómetros al sur de la ciudad de Iquique, a mil 800 kilómetros al norte de Santiago.
Lo previsto
La central funcionará usando el agua de mar sin desalinizar, la que será bombeada hacia dos enormes piscinas o reservorios naturales ubicados en la cima de la cordillera, que está prácticamente al lado del océano.
Luego, ese agua se dejará caer desde 600 metros de altura para propulsar las turbinas de generación eléctrica. Las bombas que permitirán subir el vital líquido serán activadas por medio de la energía generada en una central fotovoltaica instalada a 60 kilómetros de distancia.
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