Ciudad de Panamá, Panamá | Juan José Rodríguez, AFP
La detención de uno de los acusados de las mayores operaciones de lavado de dinero del mundo, miembro de una prominente familia residente en Panamá, afecta aún más la imagen del país, deteriorada por los Papeles de Panamá, a pocos días de nuevas revelaciones sobre paraísos fiscales.
El empresario Nidal Waked, miembro de una de las familias más acaudaladas en Panamá, fue capturado en Bogotá, Colombia, por ser, según las autoridades estadounidenses, uno de los mayores operadores mundiales en el blanqueo de dinero del narcotráfico.
“Esto es como un terremoto de 10 grados para el sistema económico y para la sociedad panameña, pero no debería ser una sorpresa”, dijo a la AFP Miguel Antonio Bernal, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Panamá.
Waked, de 44 años, fue arrestado cuando llegaba a su natal Colombia en un vuelo procedente de Panamá, donde tiene junto a su familia, de origen libanés, negocios que van desde centros comerciales, hoteles, periódicos, empresas en zona franca y hasta un banco.
El empresario es requerido en Estados Unidos por la Corte del Distrito Sur de la Florida por “concierto para cometer lavado de activos”.
“La imagen del país ha sido averiada con esos escándalos”, dijo Francisco Bustamante, exfuncionario del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Las inquietudes han llegado al propio Ejecutivo: “Estamos muy preocupados porque la reputación del país no se vea afectada por esta situación”, manifestó al Canal TVN-2 Milton Henríquez, ministro de Gobierno.
Los escándalos, lejos de reducirse, podrían incluso aumentar, dado que este lunes el Consorcio Internacional de Periodistas Investigativos (ICIJ) publicará íntegramente los Papeles de Panamá, lo que podría desatar una tormenta informativa a nivel mundial en momentos en que el país canalero realiza una ofensiva diplomática para defender su centro financiero.
Con un canal interoceánico por el que pasa 5 por ciento del comercio marítimo mundial, además de zonas francas, puertos, turismo y un sistema logístico y bancario robusto, Panamá ha alcanzado un crecimiento económico superior al 6 por ciento anual en los últimos años, uno de los mayores de la región.
Sin embargo, es considerado por algunos países como un paraíso fiscal, pese a reformas que eliminaron el uso de acciones al portador, la creación de un ente público para prevenir el lavado en 16 actividades económicas y la firma de una treintena de tratados bilaterales sobre información financiera.
“Tenemos que garantizar como Estado y como país, que las investigaciones se den hasta el final”, dijo la presidenta de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa, Morabia Guerrero.
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