Ciudad del Vaticano, Santa Sede | Jean Louis de la Vaissiere, AFP
El papa Francisco partió este viernes hacia Cuba para mantener una reunión con el patriarca ortodoxo ruso Kirill, antes de viajar a México, donde abogará por los derechos de los migrantes y las víctimas de la violencia.
El duodécimo viaje apostólico del papa argentino comenzó en el aeropuerto romano de Fiumicino hacia las 07H45 (06H45 GMT, 00:45 horas, tiempo de Guatemala) con destino La Habana, adonde deberá llegar a las 14H00 hora local (13:00 horas, tiempo de Guatemala).
En una sala del mismo aeropuerto José Martí se llevará a cabo el encuentro entre el jefe de la Iglesia católica y el patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, el primero de la historia tras el cisma de hace casi un milenio, en 1054.
Francisco adelantó su vuelo hacia México para realizar la escala en Cuba, mientras que Kirill ya está en la isla caribeña.
El Obispo de Roma será recibido por el presidente cubano, Raúl Castro, quien se desempeñó como facilitador de la reunión, la cual concluirá dos horas después con una declaración conjunta.
Los líderes de las dos grandes iglesias cristianas están preocupados por la violencia del radicalismo islámico y la persecución contra los cristianos, tanto católicos como ortodoxos, en Medio Oriente y en el norte y el centro de África.
Francisco, que pernoctará siempre en la sede de la nunciatura de Ciudad de México, decidió personalmente cada una de las etapas y rendirá homenaje a los migrantes latinoamericanos, entre ellos centroamericanos, los cuales atraviesan México rumbo a Estados Unidos en pos de una vida mejor.
De Ecatepec, uno de los municipios más violentos en la vasta periferia de Ciudad de México, a Morelia en Michoacán, pasando por la región de Chiapas en la frontera con Guatemala, donde nació el movimiento revolucionario zapatista, el argentino tocará con la mano la realidad social de ese país.
Su viaje terminará en la temida Ciudad Juárez, en la frontera con Texas, tristemente célebre por los feminicidios.
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