Fotos: cortesía COG
En cada disparo, le invadían los recuerdos. Durante la competencia, en la que se enfrentó a grandes rivales, experimentó tristezas, alegrías e ilusiones y, al final, cuando concretó los 45 tiros de 50, explotó y derramó lágrimas de felicidad: había conquistado la medalla de oro en los Juegos Olímpicos París 2024 en tiro deportivo.
Así, Adriana Ruano Oliva cumplió ayer una promesa e hizo realidad lo que tanto buscó desde los 4 años. Desafiando adversidades a lo largo de su carrera, alcanzó la gloria.
La deportista, quien debutó en su actual disciplina en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, llegó a esas justas con el corazón roto; un mes antes había fallecido su papá. En esa ocasión, se ubicó en el puesto 26, lo cual consideró un fracaso.
“Definitivamente, esta medalla va dedicada a mi papá; lo perdí un mes antes de ir a Tokio, donde tuve un sube y baja de emociones”.
Adriana Ruano Medallista olímpica de oro
La atleta confesó que ayer, mientras disparaba, vino a su mente su “frustración como gimnasta”, una de las primeras áreas que practicó, que debió abandonarla debido a una lesión en la columna. Luego de los procesos médicos, a finales de 2012 incursionó en su nuevo deporte.
“Cuando yo veía el plato trataba de pensar que ese era mi pérdida, mi problema y me daba cuenta de que cuando pensaba eso rompía el plato”, declaró la medallista.
Después de recibir la presea, la dama de oro dijo: “En este momento es una mezcla de emociones. Todavía no he magnificado lo que significa esta medalla”.
Yiny Oliva, madre de la atleta, manifestó: “Es un gran regalo de Dios. Esta victoria es dedicada al cielo, a mi esposo que siempre la apoyó y la amó tanto. Gracias a todos porque han creído en ella, y aquí estamos dando el resultado tan pedido por todos los chapines; Dios se los regala”.
Una verdadera hazaña
Lo que ocurrió ayer con la medallista de oro guatemalteca fue una verdadera hazaña. Luego de una primera fase perfecta, sumó 122 platos derribados, con lo cual pasó a la gran final del foso
olímpico.
En esta parte, la frialdad de la guatemalteca se mantuvo y permaneció invicta en los primeros 15 platos. Ruano superó a dos españolas que apuntaban a hacer el uno y dos en el podio. Con una puntuación de 45/50, todo por lo que atravesó valió la pena. Hoy disfruta de la gloria olímpica y su historia se inmortaliza.
Cuatro sucesos en una sola competencia
La obtención de la medalla de oro por parte de Adriana Ruano Oliva en los Juegos Olímpicos París 2024 trajo consigo cuatro acontecimientos históricos.
Y es que la tiradora, de 29 años, se convirtió en la primera mujer en conquistar una presea para
Guatemala en este tipo de justas. La dorada, además, es la primera que obtiene el país. Adicionalmente, por primera vez se escucharon las notas del Himno Nacional en estos juegos.
Por si esto fuera poco, la atleta, que ganó el oro en la modalidad de tiro con armas de caza (45/50), estableció un récord olímpico, al superar el conseguido por la eslovaca Zuzana Rehak, en Tokio 2020, cuando le atinó a 43 platos.
El presidente Bernardo Arévalo resaltó la hazaña de la medallista: “La historia olímpica de Guatemala se escribe con letras de oro gracias a Adriana Ruano. Primera medalla olímpica para una mujer guatemalteca, primer oro para nuestro país”.
“Adriana, haz hecho historia para Guatemala. ¡Eres lo máximo!”, dijo la vicemandataria Karin
Herrera. La delegación guatemalteca viajó a los Juegos Olímpicos de París portando los colores de la bandera nacional y sin restricciones para escuchar las notas del Himno Nacional.
Ello fue posible gracias a la intervención de Arévalo, quien gestionó, en febrero pasado, ante el Comité Olímpico Internacional el retiro de la suspensión que pesaba sobre el deporte, lo cual se concretó poco tiempo después. • Jose Pelico