El proyecto beneficiará a más de 300 familias agrícolas.
Unas 300 familias dedicadas a la agricultura en el Corredor seco en Guatemala, Honduras y El Salvador, afectadas por la sequía, recibirán asistencia técnica para su adaptación al cambio climático, con una iniciativa ejecutada por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y financiada por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
El proyecto se implementará en Jocotán, en Chiquimula, Guatemala; Marcala, en La Paz, Honduras, y en Usulután, El Salvador. El aporte será brindado con el proyecto Protección financiera para la gestión de la sequía y adaptación a la escasez hídrica en la agricultura del Corredor Seco Centroamericano, con una inversión de 362 mil 328 euros.
El IICA contará con la financiación y la asesoría de ARAUCLIMA, un programa de AECID para promover el desarrollo sostenible en los países de América Latina y el Caribe. “Buscamos diseñar una cobertura de protección financiera ante pérdidas productivas para la agricultura familiar, que fomente la implementación de medidas de adaptación climática”, explicó Laura Meza, especialista en Acción Climática del instituto.
Mejorar capacidades
Se identificarán agricultores modelo que puedan ser promotores locales y se fortalecerán capacidades de otros actores en los territorios, como agrupaciones de productores, gobiernos locales, representantes de la sociedad civil, organizaciones no gubernamentales, académicos, estudiantes ,y otros.
Para el IICA, la intervención en el Corredor seco centroamericano es prioritaria, por lo que ha implementado una serie de acciones de cooperación en conjunto con organizaciones productivas y entidades nacionales, en línea con el progreso de la Agenda 2030 para el Desarrollo
Sostenible, dijo Federico Villarreal, director de Cooperación Técnica del
instituto.
“Es indispensable ampliar la oferta de mecanismos de protección y transferencia de riesgos desde una perspectiva financiera que apoye la resiliencia y que permita a los productores contar con recursos económicos cuando se presente una sequía”, agregó.
La escasez hídrica y la sequía afectan recurrentemente al Corredor seco, con graves consecuencias para los productores familiares que dependen de la agricultura.