Brindar un saneamiento seguro en toda América Latina requiere, además de importantes inversiones, de un cambio de paradigma para poder hacer más con menos recursos, es el mensaje principal del Foco de las Américas, en el marco de la Semana Mundial del Agua, que se celebró en Estocolmo, Suecia.
Y es que, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), solo el 22 % de la población de Latinoamérica y el Caribe cuenta con acceso a estos servicios, por lo que representantes de Gobiernos y de la sociedad civil se centraron en la necesidad de cambiar el enfoque tradicional para cerrar las brechas de acceso al agua potable y servicios fiables de saneamiento.
Los debates, según una nota de prensa del BID, destacaron la necesidad de hallar nuevos enfoques para el desarrollo y planificación en un escenario mundial con menos recursos financieros destinados a agua y saneamiento.
Este cambio de paradigma se halla en el núcleo de la plataforma de saneamiento óptimo, que fue presentada por la multilateral durante la actividad, en la cual se resaltaron los desafíos y oportunidades que existen en la región para satisfacer las necesidades de agua y saneamiento. Jose Pelico