“Cese a la represión, que pare la violencia en Nicaragua, que detengan esto”. Las palabras de Raúl Zamora, párroco de la iglesia Divina Misericordia de Managua, sonaron hoy rotundas y dirigidas al Gobierno, ante una crisis que ya se cobró 212 vidas en poco más de 2 meses.
En nombre de la Iglesia nicaragüense y por orden del obispo Silvio Báez, Zamora acudió este sábado a solidarizarse con los estudiantes de la Universidad Nacional de Nicaragua (UNAN), donde la pasada madrugada las balas sandinistas endurecieron su ataque contra los jóvenes, causando al menos dos muertos y 15 heridos.
“En la madrugada escuché el tiroteo y bombas explotando en la distancia. Estaban matando. Han fallecido 2 estudiantes de la UNAM y 5 continúan desaparecidos. Queremos saber dónde están”, exclamó el párroco.
“Necesitamos corazones con voluntad de dialogar, pero de verdad, con convicción, sin vacilaciones, sin mensajes inciertos”, señaló el religioso, aclarando que “la petición es para ellos, para el poder, para quienes creen ser dueños de un país que es de todos los hermanos nicaragüenses”.
Una gran alianza cívica nacional y el gobierno del presidente Daniel Ortega intenta, hasta ahora sin éxito, hallar una salida pacífica al conflicto en una mesa de diálogo mediada por el Episcopado.
Las protestas contra Ortega comenzaron el 18 de abril por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, después de 11 años consecutivos en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.
EFE