Son consideradas las bestias más resistentes a la carga, a pesar de su tamaño, el cual contrasta con los gigantescos bultos, uno en cada lado, que trasladan, o las carretas que jalan, en cuyo interior van desde sacos con granos básicos hasta madera o piedra.
Pensando en la importancia de esos équidos, un grupo de nicaragüenses decidió hace un año festejarlos, y estableció dedicar un día de julio para reconocer la importancia que tienen esos seres en la vida de la humanidad.
Por tal motivo, en las calles principales de Somoto, cabecera del departamento de Madriz, del referido país centroamericano, el sábado desfilaron los Equus africanus asinus, por su nombre científico, acompañados de sus dueños, como parte del segundo festival que promueve su rescate y protección, resalta un reportaje del periódico La Prensa.
La actividad fue impulsada por ciudadanos que se dedican a actividades que requieren del uso de los asnos, la Municipalidad local y el Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur).
El recorrido fue acompañado por chicheros (fabricantes de chicha) y una tertulia que se realizó en el parque central.
El año pasado, concejales de la Municipalidad emitieron un bando (acuerdo) que institucionalizó el primer sábado de julio para la celebración del festival de los cuadrúpedos somoteños, iniciativa que fue presentada por una agrupación de Nicaragua, con el objetivo de reconocer el aporte que brinda este obediente animal, el cual ha sido parte de la vida cotidiana de las familias del campo de muchas comunidades.
Fiesta patronal
El segundo festival, que marca el inicio del calendario de actividades de las fiestas en honor de Santiago Apóstol, patrono del municipio de Somoto, arrancó con el desfile de centenares de montados en burros procedentes de muchas comunidades de la referida localidad.
De acuerdo con la publicación periodística, los borricos hasta tienen una canción llamada Aparejos y cojines, compuesta por el profesor Ernesto Balladares Velázquez, lo cual convierte el acto en un verdadero festejo, en la cual hombres y mujeres de todas las edades tienen una participación activa durante la celebración.
Vistiendo su acostumbrado atuendo folclórico, doña Timotea Moreno, campesina originaria de la comunidad de Quebrada Agua, montó su burro y participó en la humilde y colorida actividad.
También llegó don Ernesto Martínez Lazo, quien junto a sus tres hijos montó por segundo año consecutivo en su burrito Tesón.
“Me gusta venir a este desfile y agradezco a los organizadores porque aquí solo montaban los que tenían caballos de raza, y vea usted que hasta es atractivo para los turistas que vienen a ver a los burros”, indicó.
Por su parte, Emilio Canales, otro de los asistentes, mencionó: “Es importante desarrollar este festival, porque crea conciencia sobre la importancia de conservar y proteger a los asnos. Estos seres son nobles, aguantadores para la carga, pero lastimosamente reciben malos tratos en algunas regiones del país”.
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