El último pago del año, por Q56 millones, se efectuó ayer a los beneficiarios del programa de incentivos para poseedores de pequeñas extensiones de tierra con vocación forestal o agroforestal (Pinpep) y de la ley que fomenta el establecimiento, recuperación, restauración, manejo, producción y protección de bosques (Probosques).
Lo anterior lo informó Rony Granados, gerente del Instituto Nacional de Bosques (Inab).
Con los nueve pagos realizados se favoreció a poseedores y/o propietarios individuales, empresas forestales y proyectos municipales. Los departamentos con mayor número de incentivos fueron: Petén, Huehuetenango, Baja Verapaz y Quiché.
“Trabajamos también para mitigar los efectos del cambio climático.” Mario Salazar Director del Inab
El funcionario recordó que los depósitos implican una inyección a la economía rural, especialmente de las áreas más vulnerables.
De acuerdo con Granados, la asistencia llegó a 22 479 proyectos de municipios con vulnerabilidad alimentaria y nutricional, a 13 254 del Corredor Seco y a 30 686 de jurisdicciones en pobreza y pobreza extrema.
Finalmente, informó que del total de programas pagados en 2022, el 62 por ciento pertenece a hombres, 33 por ciento a mujeres y 5 por ciento son trabajos colectivos.