La selva del departamento de Petén está llena de maravillas, pues su biodiversidad provee materias primas, alimentos, agua, medicamentos y materiales para la construcción, entre otros recursos.
Las comunidades de la citada región norte de nuestro país conviven de manera armoniosa con la naturaleza, lo cual les ha permitido emprender proyectos autosostenibles, que han contribuido al desarrollo de los lugareños.
En esta ocasión, abordaremos el caso de un programa relacionado con la seguridad alimentaria de la región, por medio del cuidado, producción y procesamiento de la semilla del árbol de ramón.
Científicamente conocido como Brosimum alicastrum, la mencionada especie, que crece en Petén, cada día se convierte en un alimento alternativo para la población, ya que con ella se elaboran galletas, tortillas, pasteles, refrescos naturales y jalea. Además de estar libre de gluten, contiene carbohidratos, proteínas, vitamina A, calcio y hierro.
Actualmente, el procesamiento de la semilla y la producción de alimentos está a cargo de un grupo de mujeres, pertenecientes a la Asociación Muralla de León (Amul), en aldea Macanché, Flores, en el citado departamento, cuyas dirigentes explicaron que al árbol también se le conoce como ujuxte o iximché, que significan árbol de maíz.
La entidad cuenta con el apoyo del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap) y de la Asociación de Comunidades Forestales de Petén (Acofop), lo que garantiza el resguardo y el buen uso del bosque de la Zona de Usos Múltiples de la Reserva de la Biosfera Maya.
La semilla del árbol de ramón, además de convertirse en un alimento versátil, también se exporta a Japón y Estados Unidos. En este reportaje gráfico se aprecia cómo es la industria artesanal del mencionado insumo.