La plataforma institucional para el desarrollo y uso de los cultivos biofortificados en Guatemala (Plataforma BioFort), liderada por el Instituto de Ciencia y Tecnología Agrícola (Icta), está promoviendo la compra y el consumo de granos fortificados en programas de asistencia alimentaria, tomando en cuenta que los mismos, por su mayor contenido en proteínas, minerales y vitaminas, ayudan a mejorar la seguridad alimentaria y nutricional de la población guatemalteca.
Así lo explicó Mynor Velásquez, director del programa en el Icta, quien efectuó la recomendación basado en los altos índices en desnutrición crónica (46.5 por ciento en niñas y niños menores de 5 años) e inseguridad alimentaria en el país.
“Venimos trabajando desde hace 30 años en investigación para generar variedades de híbridos en granos básicos que se adecuen al contexto y territorio de las áreas más vulnerables a la inseguridad alimentaria en Guatemala”, sostuvo Julio Franco, coordinador de Validación y Transferencia de Tecnología del Icta y del Proyecto HarvestPlus en el país.
Pueden fortalecer
Los miembros de la Plataforma BioFort consideran que los beneficios nutricionales de los granos biofortificados pueden fortalecer los distintos programas de asistencia alimentaria de instituciones públicas, además de los proyectos con la nueva Ley de Alimentación Escolar.