La vida de los muertos está en la memoria de los vivos”, escribió Marco Tulio Cicerón hace 2 siglos. Es una frase que encierra una verdad que cada año se pone de manifiesto en los senderos de los camposantos, en donde miles de personas buscan rememorar el amor de quienes ya partieron.
Es en ese recuerdo que también nos apoyamos para encaminar el destino, lo que marca lo que pensamos y la forma en que actuamos en el hogar y en sociedad, aquello que nos duele y que nos hace felices, y es por ello que la trascendencia está determinada por todo lo que logramos cultivar en los espacios por los que se tuvimos la suerte de transitar a lo largo de nuestra existencia.
Por ello es importante inculcar en los hijos el respeto por quienes nos antecedieron en la tierra y que construyeron un mejor país o un mejor ciudadano o ciudadana. En ello radica el valor de las tradiciones, primordialmente aquellas que nos permiten reflexionar sobre el pasado para poder enfrentar el futuro, el cual es cada vez más complejo.
Ayer, 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, los guatemaltecos nuevamente rendimos homenaje a los fallecidos y a las costumbres, con lo que afianzamos la identidad familiar y nacional.
Entre ellas se destaca el paseo en los cementerios, que se realza con los olores de la comida de la temporada, las notas de mariachis y el vuelo de cometas de papel que utilizamos como mensajeros para comunicarnos con el cielo, tal y como se realiza en Santiago, Sacatepéquez, en donde los barriletes gigantes son enviados al viento, atrayendo la atención de turistas y fieles. En esta última participó el presidente Jimmy Morales, e instó a los pobladores a mantener esa práctica, pues es un patrimonio cultural desde 1999.
Todas estas actividades que son de gran trascendencia para el pueblo chapín fueron resguardadas por el Gobierno para favorecer el bienestar y la tranquilidad con las que deben efectuarse. Por ello se priorizó la seguridad en cada uno de los lugares que serían visitados, mientras que los operativos para otras festividades de la época reportaron un resultado positivo, pues este año los hechos ilícitos se redujeron respecto de los registrados en 2015.
Deja un comentario