Uno de los indicadores de éxito más importantes del Plan contra el Hambre Estacional fue dado a conocer ayer: las acciones coordinadas para atender a la población de 83 municipios habrían incidido en la reducción de 11 por ciento de los casos de desnutrición aguda registrados en todo el país entre enero y octubre de 2016, respecto de los anotados el año pasado.
Así lo dio a conocer German González, titular de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional, en la reunión del Gabinete de Gobierno, y aseguró que el Estado ha invertido Q89 millones para llevar asistencia nutricional a 78 mil hogares, en tanto que 175 mil recibieron el apoyo del Programa Mundial de Alimentos, del total de 253 mil núcleos vulnerables del Corredor seco ampliado, el cual involucra 16 departamentos.
Según datos oficiales sobre lo informado, en el mismo período de 2015 se cuantificaron 12 mil 371 niños menores de 5 años con el padecimiento, en tanto que este año fueron 11 mil 38; es decir, mil 333 menos. Sobre esta base, el Gobierno estima que en 2016 el número de infantes afectados de forma crónica por la enfermedad disminuirá entre 0.5 y 0.7 por ciento.
El hambre estacional ha sido definida por las autoridades como el período recurrente y predecible de cada año cuando se reducen las reservas de granos básicos de las familias agrícolas de subsistencia e infrasubsistencia y faltan ingresos para la compra de alimentos.
Esta es la realidad a la que responde el Plan, que con base en la Estrategia Nacional contra la Desnutrición Crónica definió cuatro procesos de intervención: Primer Nivel de Atención en Salud; Educación para el cambio de comportamiento; Agua y saneamiento básico, y Disponibilidad de alimentos e ingresos y economía familiar.
Es importante la aseveración de González respecto de que las carteras, municipalidades, entidades internacionales y organizaciones civiles involucradas continuarán sus acciones en las áreas mencionadas, aunque la época crítica finalizó en septiembre, porque ello conducirá a revertir los factores de fondo que han llevado a situación de riesgo a la población atendida.
A partir de los resultados positivos expuestos, la lucha contra la inseguridad alimentaria puede perfeccionar un modelo ordenado de intervención de diferentes sectores para recuperar a las poblaciones menos favorecidas y encaminar al país hacia el ansiado desarrollo.
Deja un comentario