El final de la Cuaresma, que son los días de la Semana Santa cuando se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Cristo, es un alto en el calendario laboral de los guatemaltecos que se toman tiempo para participar en tradiciones propias de esta época, para el reencuentro familiar o para el ocio y la diversión en puntos turísticos del país.
A partir del fin de semana anterior, las carreteras y caminos están soportando más carga vehicular que la acostumbrada el resto del año, pues los viajeros buscan sus destinos de desembarco, y por ello las autoridades de Gobierno han tomado medidas para prevenir, auxiliar y atender a los connacionales y extranjeros durante esta temporada de descanso.
El Sistema Nacional de Prevención en Semana Santa cuenta con 50 mil servidores públicos desplegados en 12 campamentos que atienden en rutas, centros turísticos y puntos de encuentro de tradiciones y actos religiosos, así como 2 mil 500 personas que la Cruz Roja ha puesto en alerta en todo el territorio nacional.
Pero además de todo este despliegue de prevención y seguridad, es indispensable la precaución y conciencia de quienes se movilizan, para haerlo con propiedad y respeto hacia sus conciudadanos. Esta es la mejor forma de evitar accidentes y percances de consecuencias lamentables.
El transporte colectivo tendrá supervisiones constantes en ubicaciones múltiples, con el propósito de verificar las condiciones de las unidades extraurbanas y controlar la sobrecarga de pasajeros, la situación de los pilotos y el promedio de velocidad a la que se conducen, sin olvidar la verificación de los documentos de identificación y constancia del pago de seguro por cada unidad.
Las familias y grupos que viajen también podrán ser revisados para control de automotores y estado de los choferes designados. Pero hay que insistir con ellos en la responsabilidad y conciencia que debe guardar cada uno y en todo trayecto, por corto que este sea.
Sin duda, no faltarán las oraciones y los actos piadosos en estos días, así como las risas y algarabía de los veraneantes, pero sobre todos deberá imperar la buena conciencia, el respeto y el amor por el prójimo.
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