Lo bueno viene. Apoyemos lo que sí sucede. Celebremos los logros. Es tiempo de derrotar los modelos mentales negativos, que nos anclan en la mediocridad.
Las creencias tienen fuerza superior a la voluntad. Ellas vencen nuestras mejores intenciones. ¿Cuántas madrugadas hemos generado planes con resultados que provocan bienestar y desarrollo? Sin embargo, al despertar, se levantan también los modelos mentales, gigantes poderosos que derrotan nuestras intenciones de cambio y se carcajean de los sueños que al final nos parecen ridículos también a nosotros.
Es difícil realizar los planes; sin embargo, vivimos y materializamos las creencias que anclan nuestro desarrollo. Al revisar modelos mentales, encontramos afirmaciones como, vamos de mal en peor; salimos de las llamas para caer en las brasas.
No son las cosas las que preocupan a los seres humanos, sino sus ideas acerca de las cosas, afirmó Epicteto. Las creencias nos guían; son el mapa, no el territorio; sin embargo, limitan el contacto con la realidad y provocan que se duerma el potencial de desarrollo y las capacidades.
Revisar las creencias negativas y cambiar paradigmas es vital para abordar sendas nuevas. Es importante hacer contacto con la realidad. No se trata solamente de repetir como todo está bien, somos los mejores. Se requiere confrontar problemas, debilidades, carencias y tomar acción; además, trabajar en los nuevos modelos mentales y asumir la responsabilidad de apoyarnos para que no suceda que renunciemos ante los obstáculos que seguro se presentarán.
Cambiar creencias exige, según Senge, vernos desde adentro, revisar las ideas que tenemos y espulgarlas. Requiere que revisemos las generalizaciones negativas, que expresemos aquello que no siempre tenemos el valor de compartir; que indaguemos sin juzgar, ni defender nuestro punto de vista, y por último, que perdamos la vergüenza y nos dispongamos a persuadir a los demás de que nuestro punto de vista es correcto.
Creí siempre, que un día el mundo pondría sus ojos en nuestro país. Ya sucede. Nuestro comportamiento personal, familiar y laboral ha evolucionado. Se habla sobre las leyes y su cumplimiento. Hemos tomado conciencia de nuestras responsabilidades y deberes ciudadanos. Falta mucho aún, pero hay mejora.
Las creencias que urge instalar en Guatemala son: Sí hay cambios. Los valores están de moda. Sí hay justicia. La creencia más urgente es: Dios existe y su reto es Guatemala. ¿Cuáles son las que usted debe cambiar? Le propongo crear unas 3 o 4, compartirlas e invitar a otros a hacer lo mismo; derrotar uno de los gigantes que en el pasado le han paralizado o truncado un sueño. Pruebe, comprobará que funciona.
(SENGE, Peter M. (1990): La quinta disciplina. El arte y la práctica de la organización abierta al aprendizaje. Barcelona: Granica, 1992). Las personas, empresas y naciones también son sistemas).
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